Se sabe de memoria el nombre de los 756 tipos de pokémon. El día en el que el aquella edición roja del videojuego llegó a sus manos, la vida de Adrián cambió por completo. Lo que para muchos fue una moda pasajera para él se convirtió en su verdadera obsesión.

 

"Al principio mi novia me llevaba al festival GAFE, de animes y cómics en Getafe. Ahora vamos a unas cinco o seis convenciones de este estilo al año: Expomanga, Japan Weekend, etc", explica el entrenador. Su nueva afición le valió algunas enemistades en su colegio: "A nadie de mi clase le gustaban estas aficiones. Me decían que era raro porque me pasaba el día jugando", lamenta recordando una etapa que a sus 18 años ya ha superado.

 

Adrián siente la adrenalina en cada batalla pokémon. Se entrena a diario para ser el número uno en los escasos torneos que se organizan en España. La última convocatoria nacional de Nintendo tuvo lugar en Ifema (Madrid) en marzo de 2012. Los jugadores se dividían en las categorías Júnior, Senior y Máster. Los cuatro primeros clasificados fueron al torneo mundial. 

 

"Es durísimo estar todo el año preparándote para perder", lamenta Adrián. El entrenador pasa varias horas diarias analizando las estrategias y habilidades de cada criatura para contrarrestar las posibles embestidas del rival:  "Tengo que jugar todos los días porque si no, pierdo práctica".

 

A través internet, los jugadores crean grupos, conocen nuevas personas y realizan quedadas en foros. Valoran y contribuyen a la cultura colectiva y se instruyen en la Red. Adrián estudia Informática, pero en sus ratos libres es editor de la web Spal3DS, dedicada a la consola de bolsillo de Nintendo, redactor de la página GeneraciónGamer y da consejos por Twitter sobre videojuegos. Cuando un usuario tiene dificultades para pasarse una pantalla o necesita un consejo acude a él.

 

Adrián ha asumido la función de divulgador de esta cultura del videojuego. Su próximo reto de es crear un Día Nacional de Pokémon que se celebre con cientos de torneos por todo el mundo.