Sora y Kairi caminan por Expocomic. Los asistentes les paran continuamente para hacerse fotos junto a ellos. Sora y Kairi, o mejor dicho, Ismael y Elisabeth son estrellas en la feria del cómic de Madrid. “Siento que yo soy el personaje”, comenta el joven halagado.
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Por la mañana, Ismael, un madrileño de 22 años, se levanta nervioso. No es un día normal. Este jueves comienza Expocomic, el último gran evento del comic al que todo otaku no debe faltar. Durante cuatro días, a turno completo, mudará de piel para encarnarse en Sora, el personaje principal de su videojuego favorito, Kindgdom Hearts. Durante esas cuatro mañanas seguirá el mismo ritual: levantarse pronto, quedar con su "compañera" Eli y dirigirse al pabellón de Cristal de la Casa de Campo. 

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"Dos meses antes del evento comienzo a prepararme el Cosplay”, señala Ismael. El dinero que ha invertido en este disfraz es mínimo, apenas 15 euros. En el universo del disfraz japonés existen grandes diferencias: quienes aspiran a ganar los concursos en cada evento y los que simplemente se quieren dar a conocer. La diferencia entre el coste de los disfraces de ambos puede llegar a los 100 euros. 

 

En ocasiones, esta afición se puede “volver obsesiva”. “Cuando te disfrazas por primera vez, luego quieres ir a más”, comenta. Es por ello por lo que dedica todo el tiempo del día a sus personajes. “Se puede decir que es mi trabajo” asegura pesar de que aún no gana dinero. Los premios a los que aspira en los concursos no suelen ser mayores de 50 euros. 

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Para los amantes del cosplay, hay cuatro grandes citas al año: Expocomic, Japan Weekend, Expomanga y el Salón del Cómic de Barcelona. Cuando se acerca el evento sigue siempre el mismo protocolo. Junto a Elisabeth, busca fotos en alta definición en internet, copia el modelo de sus disfraces y durante los dos meses anteriores a la cita comienza una minuciosa elaboración que va desde cortar y coser telas hasta pulir cada botón de la ropa del personaje al que están imitando.  

 

Ismael se lanzó al cosplay a los 16 años. Eli un poco más joven, siempre impulsada por su "compañero". “La gente pensaba que era raro”, explica. Aún así, no ha tenido problemas para relacionarse con su entorno: “Nunca me he sentido discriminado, hay comentarios desde friki hasta de admiración”.

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“Sora utiliza su magia para ayudar a la gente y protegerla, por eso me siento identificado con el personaje”, relata Ismael. “Siento emoción al ser él”. Elisabeth dice que su disfraz favorito es Miku Hatsune, personaje de Vocaloid. Su aspecto y vestimenta es muy particular. Luce coletas azules hasta las rodillas. Minifalda, camisa y corbata. Cuando se la pregunta por el estereotipo machista, ella es tajante: "No lo veo así, simplemente es un disfraz”.