Películas y series
Los otakus elevan a mito cultural algunas películas y series japonesas. Cuando en septiembre de 2013 el director de anime Hayao Miyazaki anunció su retirada, causó verdadera conmoción en el mundo otaku. Comenzaban a ser históricas algunas de sus creaciones como “Kazee no tani no nausicaa”, “La princesa Mononoke” o “El viaje de Chihiro”. “Akira” (1988) de Katsuhiro Otomo, u otras más modernas como Paprika (2006) también alcanzaron el estrellato. Series como “Oliver y Benji”, “Saint Seya” o "Dragon Ball" coparon en los 90 las parrillas españolas. Actualmente, el principal medio de consumo de los otakus es internet.
Coleccionismo
Los miembros de esta tribu urbana recopilan todo tipo de objetos sobre sus personajes de culto. Sus habitaciones se caracterizan por tener estanterías llenas de cómics o una pila de muñecos de sus series favoritas. Los otakus suelen gastar parte de sus ingresos en merchandising, forrando las paredes de posters o pujando en subastas de internet por videojuegos con ediciones limitadas o figuras con algún complemento especial. Los videojuegos, las series o el manga también son objeto de colección, incluso, hay algunos especializados en recolectar todo lo que caiga en sus manos: desde los billetes hasta las carátulas de los CDs.
Aficiones otaku II
Karaoke
El origen del karaoke está en Japón. La palabra procede el japonés kara, “vacío”, y oke, abreviatura nipona de la palabra inglesa "orchestra". Significa “orquesta que toca en el vacío”. Las canciones que los otakus escuchan con más devoción son las bandas sonoras de sus animes favoritos. Por ejemplo, "Versailles Philharmonic Quinte" y "Monsters" , "Toshiro Masuda" y "Drago Boy". Los festivales otakus son el momento privilegiado para los concursos de karaokes. En ellos, los participantes se visten con coloridos disfraces y entonan las llamativas letras de las series del Imperio del Sol Naciente.
Adrián, entrenador pokémon, mostrando parte de su colección
Así es como suena un karaoke otaku
